Encofrado de techos y vigas

Antes de empezar a encofrar, debemos verificar que la superficie del suelo sobre la cual se apoyarán los puntales esté bien compactada y de preferencia con falso piso. Así, evitaremos que los puntales se hundan y se desnivele el encofrado.

Primero se colocan los puntales o «pies derechos» que soportarán al encofrado. Estos deben tener unas medidas de 2″x 3″ y el largo para llegar a la altura deseada.

Los “pies derechos” se regulan en la parte que contacta con el suelo, por me- dio de cuñas de madera. Por ningún motivo se debe utilizar piedras, cartones o cualquier otro material débil, por ser un apoyo inestable que pueda fallar con el peso.

Se recomienda que los «pies derechos» estén conformados por piezas enteras de madera y no tengan empalmes a lo largo. La distancia entre pies derechos debe ser como máximo 90 cm. De ser mayor, se podrían producir hundimientos en el entablado.

Los pies derechos soportan a las soleras, que deben tener una sección de 2″x 4″. Sobre las soleras, se colocan las tablas que servirán de encofrado para las viguetas y vigas chatas. Estas tablas deben tener una sección de 1 1/2″ x 8″.

Para el caso de las vigas peraltadas (vigas con alturas mayores al espesor del techo), las tablas se apoyan directamente sobre los pies derechos, a los cuales se les acopla una cruceta.

Las tablas que servirán de fondo a las vigas, así como las tablas de los costados, se utilizarán para dar forma a la sección de la viga, respetando las medidas de los planos

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Una vez armado el encofrado, debemos verificar que esté perfectamente horizontal, para esto utilizamos un nivel de mano.